GARBANZOS CON ACELGAS

 

 

Ingredientes (4 raciones abundantes):

  • 300 gr de garbanzos secos.
  • 1 manojo de acelgas (suelen ser de 1 kg).
  • 2 clavos de olor.
  • 1 hoja de laurel.
  • 3 dientes de ajo.
  • 1 rebanada de pan (o 2 como yo si son pequeñas).
  • 2 tomates maduros rallados o 200 gr de tomate natural tamizado (lo venden ya así, sin piel ni
  • pepitas).
  • 1 cucharadita de postre de pimentón dulce.
  • 1 cucharadita de postre de comino en polvo.
  • Aceite de oliva
  • Sal


Preparación:


Pon a remojo los garbanzos en un bol con abundante agua de forma que estén totalmente
cubiertos y sobre bastante agua por encima de ellos, durante una noche entera (al menos 10-12 horas).
Al día siguiente escurre los garbanzos y en el propio escurridor lávalos un poco con un chorro de agua fría.
Córtale a las acelgas el extremo de las pencas (los tallos), es decir, apenas el último cm, y divide las acelgas en dos partes, por un lado las pencas y por otro las hojas.
Lávalas muy bien con agua fría, para ello lo mejor es que las dejes sumergidas en un recipiente con agua y las repases un poco con tus manos para que eliminen la tierra que puedan llevar.
Corta los tallos de las acelgas en trozos y haz lo mismo con las hojas, poniéndolas todas juntas unas encima de otras y cortándolas a la vez.
En una olla (voy a utilizar mi olla a presión pero también puedes utilizar una olla normal) echa los garbanzos junto con los clavos de olor, la hoja de laurel, un poco de sal y las acelgas, tanto las pencas como las hojas.
Cubre con agua caliente (yo suelo calentar alrededor de 1 litro y medio de agua en un cazo
aparte o con un hervidor), suficiente para que queden los garbanzos cubiertos y además 2-3 cm extra por encima. Las acelgas quedarán sobre el agua pero con la cocción irán bajando.
Si utilizas una olla rápida ponla a fuego medio-bajo, ciérrala y, cuando aparezcan las 2 anillas rojas baja un poco el fuego (pero suficiente para que mantenga todo el tiempo las dos anillas visibles) y deja que se cocinen tan solo 15 minutos, después simplemente aparta la olla del fuego y espera a que baje la presión y no se vea ninguna anilla para abrirla.
Si utilizas una olla normal necesitarás cocinarlos entre 1 hora y 1 hora y media, hasta que
compruebes que están tiernos. Sube el fuego para que hierva el agua, y cuando eso ocurra
bájalo casi al mínimo para que se cocinen lentamente, siempre tapados y removiendo de vez en cuando.
Mientras se cuecen los garbanzos con las acelgas vamos a preparar el majado. Pela los ajos y córtalos en rodajas finas.
En una sartén con aceite de oliva (que no llegue a cubrir el fondo) a temperatura media sofríe los ajos durante unos minutos hasta que se doren pero procurando que no se quemen, y cuando estén listos retíralos al vaso de tu batidora de mano o al mortero si lo prefieres.
En el aceite de los ajos fríe las rebanadas de pan, primero 2 o 3 minutos por un lado y después por el otro, de forma que queden crujientes y doradas. Ponlas junto con los ajos.
En esa misma sartén echa el tomate y cocínalo a fuego medio-bajo durante 5 minutos con un poco de sal. Añade el pimentón y el comino y cocínalo 2 minutos más.
Mientras se cocina el tomate tritura el pan y los ajos junto con un poco del caldo de cocción de los garbanzos o, si todavía no ha terminado y no puedes disponer de él, con un poco de agua, de forma que te resulte sencillo triturarlos y el resultado sea una crema.
Incorpora la mezcla de pan y ajos a la sartén y mezcla todos los ingredientes durante 2 minutos.
Cuando los garbanzos y las acelgas estén listos, abre la olla y echa el majado en ella.
Cocina durante 5 minutos a fuego medio y ya tienes listo el plato. Eso si, recuerda probarlo
primero por si tienes que rectificarlo de sal. También puedes ajustar la textura ya que si ha
quedado muy espeso puedes añadir un poco de agua y si por el contrario quieres que espese un poco más deberás dejarlo más minuto en el fuego para que se evapore parte del líquido.
Procura que llegue a la mesa y sobre todo a los platos bien caliente, ya sea recién hecho o
reposado del día anterior, algo que siempre le sienta fenomenal a este tipo de preparaciones. Si te sobran puedes guardarlos 3-4 días en la nevera o incluso congelarlos sin problemas.
Es un potaje lleno de sabores y matices gracias a la especias y ese majado al que los ajos
sofritos le dan tanta personalidad. Los garbanzos quedan tiernos y las acelgas suaves tanto de sabor como de textura, sin duda un plato de cuchara de auténtico.

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